Época:
Inicio: Año 1 A. C.
Fin: Año 1 D.C.

Antecedente:
HISTORIA NATURAL Y MORAL DE LAS INDIAS



Comentario

CAPÍTULO V


De la hechura y gesto del cielo del Nuevo Mundo



Cuál sea el gesto y manera de este cielo que está a la banda del Sur, pregúntanlo muchos en Europa, porque en los antiguos no pueden leer cosa cierta, porque aunque concluyen eficazmente que hay cielo de esta parte del mundo; pero qué talle y hechura tenga, no lo pudieron ellos alcanzar, aunque es verdad que tratan mucho de una grande y hermosa estrella que acá vemos, que ellos llaman Canopo. Los que de nuevo navegan a estas partes suelen escribir cosas grandes de este cielo; es a saber: que es muy resplandeciente y que tiene muchas y muy grandes estrellas. En efecto, las cosas de lejos se pintan muy engrandecidas; pero a mí, al revés me parece y tengo por llano que a la otra banda del Norte, hay más número de estrellas y de más ilustre grandeza. Ni veo acá estrellas que excedan a la Bozina y al Carro. Bien es verdad que el Crucero de acá es hermoso y de vista admirable. Crucero llamamos cuatro estrellas notables que hacen entre sí forma de cruz, puestas en mucha igualdad y proporción. Creen los ignorantes que este Crucero es el polo del Sur, porque ven a los marineros tomar altura por el Crucero de acá, como allá suelen por el Norte, mas engáñanse. Y la razón porque lo hacen así los marineros es porque no hay de esta banda estrella fija que muestre al polo al modo que allá la Estrella del Norte lo hace, y así toman el altura por la estrella que es el pie del Crucero, la cual estrella dista del verdadero y fijo polo, treinta grados como la Estrella del Norte allá dista tres y algo más; y así es más difícil de tomar acá el altura porque la dicha estrella del pie del Crucero ha de estar derecha, lo cual es solamente a un tiempo de la noche, que en diversas partes del año es a diferentes horas, y en mucho tiempo del año en toda la noche no llega a encumbrar, que es cosa disgustosa para tomar el altura. Y así los más diestros pilotos no se curan del Crucero, sino por el astrolabio toman el sol y ven en él el altura en que se hallan. En lo cual se aventajan comúnmente los portugueses, como gente que tienen más curso de navegar de cuantas naciones hay en el mundo. Hay también de esta parte del Sur otras estrellas que en alguna manera responden a las del Norte. La Vía Láctea que llaman, corre mucho y muy resplandeciente a esta banda, y vense en ella aquellas manchas negras tan admirables de que arriba hicimos mención. Otras particularidades otros las dirán o advertirán con más cuidado; bástemos por ahora esto poco que habemos referido.